El aceite de oliva en la antigua Grecia
¿Alguna vez se ha preguntado por la historia del aceite de oliva?
El aceite de oliva es diferente de otros aceites vegetales elaborados a partir de semillas. Es un aceite frutado derivado de un fruto, la aceituna. El término “aceite” procede de la palabra árabe az-zait, que significa zumo de aceituna. También se le conoce como “oro líquido”, nombre que le dio el poeta Homero hace miles de años.
Desde entonces, el aceite de oliva ha sido un elemento clave de la dieta mediterránea. La dieta mediterránea está considerada una de las más saludables de la actualidad. Muchos países mediterráneos se encuentran entre los de mayor esperanza de vida del mundo. Esto está indisolublemente ligado al consumo prolongado de aceite de oliva. Cabe mencionar que la Dieta Mediterránea también fue inscrita en el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2012.
El aceite de oliva en la antigua Grecia
El descubrimiento y el uso del aceite de oliva se remontan a miles de años atrás. Las distintas tribus que habitaban el Mediterráneo (fenicios, griegos, romanos ……) comenzaron a cultivar el olivo para extraer el zumo del fruto de la aceituna. Pero no fue hasta la Antigua Grecia cuando el olivo, el fruto del olivo y el aceite de oliva se tomaron tan en serio como hoy en día. No es de extrañar que estos elementos aparezcan en las monedas como símbolos o en los cementerios como símbolos de inmortalidad.
En los Juegos Olímpicos de la antigua Grecia, los atletas recibían coronas hechas con ramas de olivo. Curiosamente, esta corona sagrada debía hacerla un niño de 12 años con ambos padres vivos. Se cortaba con un cuchillo de oro. Es evidente que en aquella época los productos del olivo estaban profundamente arraigados en la vida de la gente y gozaban de gran prestigio.
Y, en el evento deportivo más importante de la historia de la humanidad. Los atletas se daban masajes con aceite de oliva por todo el cuerpo antes y después de competir. Esta práctica continúa hasta nuestros días, y los masajes con aceite de oliva siguen siendo muy apreciados en estos países mediterráneos.
El olivo y el aceite de oliva se integraron poco a poco en la cultura del pueblo griego, así como en la religión. Según la mitología griega, Aristeo difundió esta cultura por los Balcanes y el mar Egeo. Después se extendió a Cerdeña y Sicilia. Por ello, se cree que Aristeo inventó el aceite de oliva y la almazara.
El producto alcanzó su apogeo durante el Imperio Romano y se extendió por toda la cuenca mediterránea, hasta Hispania (nombre que recibía España durante el Imperio Romano). Desde entonces, toda Europa produce este “oro líquido” de calidad excepcional.
La cultura olivarera de la costa mediterránea no sólo se refleja en la religión y la mitología. También estaba impregnada en las civilizaciones científicas del Mediterráneo antiguo. Así ocurrió especialmente en las antiguas Grecia y Roma.
Ya en el año 400 a.C., Sócrates descubrió las poderosas propiedades antienvejecimiento de este pequeño fruto de forma ovalada y extremos puntiagudos. Utilizaba el olivo como remedio para las úlceras, la vesícula biliar y los dolores musculares. Aristóteles estudió a fondo el olivo y acabó elevando su cultivo a ciencia.
Thoreau promulgó las primeras leyes para protegerlo. Plinio el Viejo detalló las propiedades del olivo en su Historia Natural. Homero consideraba el aceite de oliva “oro líquido” y el árbol aparece varias veces en su obra “La Pasión”. Por ejemplo: “Ulises y sus compañeros utilizaron el tronco del olivo para cegar a Scythicus Crope”.
Los griegos introdujeron el cultivo del olivo en Italia, donde es muy favorable”. Hipócrates lo consideraba “un gran sanador”. Tanto el Diario agrícola de Catón como los Discursos sobre la industria de Varrón ofrecen descripciones técnicas detalladas sobre el manejo del olivo. Virgilio escribió sobre el olivo en su poema épico, la Eneida: “Por las ramas fructíferas del olivo, los hombres se purifican con salud eterna”.